Aprendizajes de vida    Querer cambiar

02.01.2020

Muchas veces en nuestra vida descubrimos cosas de nosotros mismos que creemos que tenemos que mejorar, que tenemos que cambiar y superar, algunos decimos que debemos transmutar y dejar de ser lo que hemos sido o dejar de hacer lo que hemos hecho y buscar maneras diferentes para que las cosas nos resulten mejor y para que después de todo, seamos mejores personas y por ende, más felices. "si quieres ver resultados diferentes, no hagas lo mismo", dijo Einstein alguna vez y me parece muy sabio. (Ahora cambio a primera persona, porque qué mejor que asumir que todo viene de una opinión o experiencia personal) En fin, me pregunto, si es tan fácil ¿cómo es que puedo hacer algo diferente? Lo cierto es que muchas veces me excuso sintiendo que es difícil, que no puedo, que me cuesta, que tengo que implementar nuevos hábitos, porque estoy acostumbrada a hacer las cosas así, y a ser así. Y quiero cambiar, y decido cambiar, y me propongo cambiar, entonces hago el esfuerzo, me propongo metas y todo funciona increíble, hasta que fallo y vuelvo a hacer lo mismo. Y entonces se armó la gran obra de teatro: Me traslado a una escena medieval con música de trompetas que anuncian con entusiasmo la llegada de un enorme carruaje con enormes corceles indomables, la bienvenida de la maldita y odiosa ama y señora del reino de la frustración y se abren las puertas para que entre la gran reina Ansiedad, acompañada con su fiel amigo y maléfico compañero, el Estrés. Y cuando entran al castillo, todo desemboca en una fiesta donde protagonizan un desenvolvimiento junto a la Rabia, la Angustia y otras mezclas de emociones, hasta que de pronto, todos se dejan caer en los brazos de la Pena, esperando a que llegue la bella y salvadora Compasión y los haga a todos apaciguar sus pasiones... hasta un nuevo reencuentro.

Y bueno, volviendo al siglo XXI, a propósito que estamos en un momento en la sociedad en que no queremos violencia, apelamos a los derechos humanos y la defensa y unión en la humanidad... ¿no crees que querer cambiarte, tiene cierto grado de violencia? ¿Por qué, qué hay detrás de eso? ¿Puede que haya autocrítica, desagrado hacia uno/a mismo/a, juicio, castigo, no aceptación, o alguna o todas las anteriores? Piénsalo... tal vez sí, tal vez no, no lo sé, pero por lo menos, para que este artículo tenga posibilidades de funcionar, admite que ya te diste cuenta de que al menos alguna vez te has enfrentado a una situación donde has creído que ha habido algo que cambiar en ti, ya te diste cuenta de que ha habido algo que no estaba funcionando armónicamente en tu ser, ya te diste cuenta de que puedes o pudiste ser mejor, más eficiente, más rápido, más esforzado, más amable, más compasivo, más humilde. Si con alguna de estas cualidades no te identificas, todo bien. Si hoy no es el momento para cuestionarse esto, está bien... pero al menos dime, ¿alguna vez te has sentido insuficiente, digno de auto-reproches y no merecedor de ciertos reconocimientos?

Hace un par de años me di cuenta de que yo no me creía merecedora del amor de mis padres. Porque yo no era la hija perfecta, porque todas las cualidades que ellos admiraban en otras niñas, yo no las tenía, porque yo no era lo que a mi mamá le hubiese gustado que fuera, no tenía sus mismos intereses, o los intereses que ella creía que yo debía tener, no opinaba similar a ella, no quería la vida que ellos me habían dado. Y los culpaba porque no me aceptaban tal cual era. Luego miré por el otro lado del prisma, y vi que yo no era la hija perfecta que YO creía que tenía que ser, que yo no reconocía mis propias cualidades, que a mí no me gustaba lo que creía que tenía que ser, que dentro de mí era yo quien juzgaba mis intereses y tenía contradicciones con mis propias opiniones, que en el fondo, yo no quería la vida que yo había construido, porque no sabía ni entendía que estaba siendo yo todo el tiempo quien la estaba construyendo... y encontré otra solución: ¡empecé a culparme a mí!, peeero cuando empecé a ver que una vez más estaba entrando en el victimismo, me di cuenta de que eso no parecía una solución muy eficiente, así que opté por invitarme a aceptar el hecho de que yo no me aceptaba a mí misma. Un trabajo largo, duro, que sigue hasta hoy. Pero en realidad, eso de que es largo y duro se desvanece cuando me doy cuenta de que las creencias generan realidades, y si yo pienso que es un proceso duro, difícil y largo, en eso se transforma. Pero si me doy cuenta de que es un proceso entretenido, lleno de sorpresas, fácil, rápido e incluso apasionante, es así como se vuelve todo. Es como un juego. El juego de descubrirse y aceptarse tal cual uno es. Porque lo que aceptas, automáticamente se trasforma.

Comprender y experimentar la vida en consciencia con la aceptación es algo tan lindo, simple y transformador a la vez, que es una de las cosas que siento que puedo recomendarle a todas las personas del mundo con total convicción, porque esto es permitir que se abran las puertas de tu corazón. Eso sí creo que debo advertirte algo: por favor, si lo haces (y por favor hazlo), no creas que nunca más vas a pasar por las mismas cosas que te traen conflictos, no creas que una vez aceptadas tus cualidades o sentimientos, nunca más vas a sentir rabia, o nunca más volverá a haber una fiesta de terremotos de emociones que se emborrachan y pelean entre sí. No te engañes, porque seguirá pasando, y te lo aseguro, seguirá pasando. Pero puede que poco a poco, cada vez que eso tan temido vuelva a presentarse ante ti, vas a comenzar a percibir las experiencias de una manera distinta. Tú vas a comenzar a verlo con altura de mira, y vas a poder darte cuenta de lo que estás sintiendo y podrás DECIDIR cómo reaccionar, o más bien, cómo accionar. Te invito y me invito eternamente a hacer el switch, porque la verdad es que es súper entretenido, si así queremos que sea.

 

Con mucho cariño,

Rose.

   

© 2020 Anahat Atacama - Pasaje Volcán Lascar 77, Ayllú de Sólor, San Pedro de Atacama
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar