Los Andes

27.07.2020

Impresionante es la montaña, la inmensidad de sus volcanes, sus lagos naturales a más de cuatro mil o cinco mil metros de altura son imperiosos y te llenan el alma con su majestuosidad en un solo respirar.

Los Andes, este inmenso cordón montañoso, un espacio infinito en su amplitud, se impone frente a ti para una profunda contemplación. Si decides hacer una caminata o subir un volcán la experiencia se intensifica, una certera invitación a un viaje interior, una meditación en movimiento, donde la altura y la densidad del aire te ofrece la oportunidad de limpiarte, necesitas respirar profundamente y mantener un ritmo constante, un trabajo de conexión contigo, con tu cuerpo físico, mental y espiritual y asimismo con el entorno. 

Los Andes se impone en este desierto amado, su cordón montañoso nos divide y marca el escenario como único e irrepetible. La intensidad de sus colores cambia durante el año; cuando se baña en nieve, es solemne el contraste con el azul del cielo. Sin nieve se impone en azules, grisáceos o morados, depende de la ubicación del sol. Observar los andes nos permite reflexionar acerca de lo pequeño que somos en este planeta tierra, nos invita a integrarnos en su simpleza y sabiduría.

Para los indígenas del altiplano las montañas siempre han sido sagradas, siempre se les ha rendido culto con un respeto digno de admiración, antes de ser colonizados, los volcanes eran sus dioses, se les ofrendaban incluso con su vida y para la prosperidad de su clan. Una forma de yoga, que si bien no se le da ese nombre el sentido es el mismo, la unidad y el respeto por la tierra, por su inmenso saber. 

© 2020 Anahat Atacama - Pasaje Volcán Lascar 77, Ayllú de Sólor, San Pedro de Atacama
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar